La Navidad es sinónimo de celebración, reencuentros y luces, pero también de riesgos que pueden empañar estas fechas tan especiales. Desde accidentes domésticos hasta problemas de salud relacionados con los excesos, estas semanas festivas demandan mayor atención y precaución.

Los excesos en comidas y bebidas son una constante. Durante las fiestas, las indigestiones, intoxicaciones alimentarias y problemas hepáticos o pancreáticos aumentan considerablemente, especialmente en personas con enfermedades crónicas. Además, el consumo excesivo de alcohol sigue siendo una de las principales causas de accidentes de tráfico, un riesgo que se intensifica con los desplazamientos masivos propios de estas fechas.

En casa, los accidentes domésticos tienen su incremento, sobre todo en personas más mayores. Decorar el árbol, subir escaleras para colocar luces o cocinar para varias personas puede parecer inofensivo, pero son tareas que incrementan los riesgos de caídas, cortes y quemaduras.

Las luces navideñas, si no son usadas correctamente, representan otro peligro. Sobrecargar enchufes o dejar luces encendidas al salir de casa puede ser un riesgo de incendios, que se incrementan durante esta temporada. Asegúrate de utilizar productos con certificación de seguridad y evita instalaciones improvisadas que puedan convertirse en una «bomba de relojería».

Por otro lado, niños y mayores requieren especial atención durante las reuniones familiares. Los atragantamientos con frutos secos o uvas son más frecuentes en estas fechas, al igual que las caídas o accidentes relacionados con objetos decorativos. El motivo principal es que aumentan las distracciones y, por tanto, la falta de control. 

También queremos hacer recordatorio que la Navidad es también un momento en el que aumentan los robos, ya que muchas familias aprovechan para viajar. Cerraduras mal aseguradas o publicaciones en redes sociales que evidencian la ausencia del hogar pueden ser una invitación para los ladrones.

Aunque la Navidad es una época para disfrutar, desde nuestras asociación ACP queremos recordar los riesgos asociados a estas celebraciones.  De esta forma, seremos más conscientes para protegernos mejor a nosotros y los demás, asegurando que el espíritu festivo no se convierta en un disgusto.

Dicho esto, solo decir que, ¡felices fiestas a todos y todas!