Las tabacaleras, ante la disminución de la rentabilidad del tabaco en Occidente, están explorando nuevos productos como las bolsitas de nicotina, también conocidas como nicotine pouches. Aunque su uso aún es marginal, la Comisión Europea ha expresado preocupación por este producto adictivo. Inspiradas en el snus sueco, las bolsitas contienen sales de nicotina sintéticas y otros ingredientes, ofreciendo una experiencia similar a fumar pero sin tabaco. Aunque se consideran menos perjudiciales que el tabaco, se desconocen los efectos a largo plazo en la salud. Su comercialización presenta desafíos legales, ya que no están reguladas por la legislación sobre productos del tabaco.

Este producto no deja de crear preocupaciones sobre sus riesgos, especialmente entre los jóvenes, debido a su disponibilidad y atractivos sabores. Además, la nicotina es una sustancia muy conocida por alta posibilidad de adicción. Algunos países como Bélgica y los Países Bajos ya han prohibido su venta.

Expertos señalan que las tabacaleras buscan crear nuevos consumidores de nicotina y que estos productos podrían ser una nueva puerta de entrada al tabaquismo. Aunque las empresas argumentan que son una alternativa menos dañina que fumar, se necesita más evidencia sobre su efectividad para dejar de fumar.

En el Proyecto de Prevención 2.0 de nuestra asociación queremos visibilizar, advertir y trabajar de manera colaborativa entre instituciones, educadores, familias y la comunidad en general para prevenir el uso de sustancias de riesgo y proteger la salud de nuestra juventud.